Acaba de llegarme una carta de la Caja de Ahorros donde me presentan uno de sus productos, una hipoteca. Me encantaría comprarme una casa, pero como ahora mismo es imposible, en cuanto he visto que se trataba de una hipoteca, he roto la carta y la he tirado (a reciclar, por supuesto). En ese momento he pensado en la de gente que habrá recibido esa carta. Probablemente, a alguno le vendrá bien la carta y se presentará en la caja de ahorros, se informará acerca de la estupenda hipoteca y la misión de las cartas habrá surtido efecto: Un nuevo cliente.
Sin embargo, la mayoría de las personas habrán roto la carta, como he hecho yo y de esas personas, algunas habrán reciclado la carta y otras no, desperdiciando así una cantidad importante de papel.
A las empresas les ha costado mucho entrar en Internet. Muchas ya tienen su página web e incluso venden sus productos por Internet, sin embargo siguen recurriendo a técnicas tradicionales como el buzoneo o el envío de cartas «personales» para promocionar sus productos. Estas técnicas tradicionales son efectivas, para qué vamos a negarlo, pero desde mi punto de vista, derrocha papel en exceso.
Desde hace un tiempo, Telefónica da la oportunidad de recibir la factura por email en lugar de por correo «ordinario». Yo como autónomo, la prefiero en papel, porque me viene bien para hacer la declaración de los IVA y así no tengo que imprimirlas en el trabajo. Pero además de las facturas recibo publicidad en formato papel y me molesta.
Me gusta estar informado de los productos que mis proveedores u otras empresas tienen, pero me gustaría poder elegir como recibirlos, por email o incluso por SMS o MMS.
Estaría bien que las empresas dispusieran de una zona especial para los clientes donde pudieran elegir cómo quieren recibir la información, modificar los datos o rellenar encuestas que sirvieran para crear un perfil de cliente que permita enviar publicidad más personalizada, ahorrando así en papel, para la publicidad offline y en ancho de banda en la publicidad online.
Con esto no quiero tirar por la borda el trabajo de diseño offline, pero creo que las grandes empresas malgastan mucho en papel y una tirada de folletos mas controlada, en lugar de hacer un cálculo «a bote pronto», sería mejor para todos.
