Este post llega un poquito tarde… pero llega, que últimamente no es poco.

Aunque ya se habían celebrado varios espectáculos, el viernes se reabría el Teatro Victoria Eugenia, con un espectáculo al más puro estilo ñoñostiarra, el recital de la sorprano Ainhoa Arteta y el pianista Rubén Fernández Aguirre.

El caso es que nos regalaron dos entradas y allí nos presentamos, con vaqueros y zapatillas, sacándo fotos cual turistas, cortados ante tanto abrigo de bisón y trajes elegantes, en tercera fila, al ladito de los aitas y demás parientes de la cantante.

Entramos pronto. El espectáculo del funanbulista se suspendió por el mal tiempo, así que decidimos entrar y ver las obras. Allí estaba el Sr alcalde, rodeado de coleguitas y medios de comunicación, más feliz que una lombriz presentando el renovado edificio.

Ha quedado bien. Clásico a la vez que moderno. Muy blanco por fuera y muy clásico por dentro. He subido alguna foto a flickr.

El caso es que íbamos a ver un recital y los que conocen mis gustos, saben que yo pintaba poco allí. Para los «electrónicos», allí no había ni un sólo cable. Sólo un piano y la voz de Ainhoa Arteta. Estábamos tan cerca que la oíamos hasta coger aire.

El que espere una crítica profesional del evento, se pase por aquí. Yo disfruté como un primerizo. La experiencia no me hará fan de la ópera ni de los recitales, pero he de confesar que disfruté.

Me gusta la música y más cuando es en directo. Disfruto viendo a los músicos tocando cualquier tipo de instrumento y disfruté con la calidad de la voz de Arteta y el piano.

El concierto empezó, para mi oído, excesivamente denso, pero disfurté con lo que se puede (bueno, lo que puede) hacer con la voz y el crack del piano.

La segunda parte, más cercana, con canciones tradicionales: «Donostiako hiru Damatxo», «Pello Joxepe», «Kaia Barrenean»… y demás canciones del Tomás Garbizu, bises con Summertime (increíble), o mio bambino caro (los pelos como escarpias) y de nuevo la «habanera de Guria» con todo el teatro cantando con la artista.

Lo dicho, aunque repetiría, no me volveré fan, pero disfruté y mucho. Support your local Scene? 🙂

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